domingo, 10 de agosto de 2008

Tu piel.




Esa amalgama de sensaciones que produce tu calor es fulgor de luna llena.
Es vibración acompasada de acordes celestiales, de inmensas quimeras volátiles que llenan los sentidos de placer.
El olor de tu piel es fascinante, huele a hierba húmeda y trae el dulce olor de durazno.
El color de esa piel, trae el arco iris encerrado, destellando nuevos rayos luminosos y radiantes. Piel canela indescifrable, olor y sabor.
La tersura de esa piel es indescriptible, es recorrer un manantial cristalino, el cual fluye por tus dedos y se resbala despacioso al cauce donde se produjo. Es palpar las sensaciones mas profundas, las cuales te dan olor, sabor y color.
Tiene esa piel el calor de un volcán, el fulgor del sol y el sabor del mar.
En ella encuentro la saciedad de mis placeres y el eterno descanso de efímeros momentos placenteros. Encuentro a Dios, encuentro vida, encuentro muerte. Todo lo encuentro en tu piel. Encuentro una mujer cobijada con el manto de la esperanza y mi misma esperanza llenando tus poros delicadamente bajo la lluvia de un mes infinito, y en un lugar de la recóndita tierra azufrada por tus olores profundos de la pasión.

Cumanday.
10-02-07