viernes, 3 de junio de 2016

Gijón: industria, mar y turismo.

Gijón: industria, mar y turismo.

Gijón había sido una ciudad eminentemente industrial, pero ahora también apuesta por el turismo y abre los brazos a los visitantes. La ciudad siempre ha estado ligada al mar, y su puerto envía y recibe mercaderías, así como recibe turistas de cruceros importantes.
Fue en el siglo XVI cuando los Reyes Católicos decidieron poner en el lugar un puerto, un evento importante en la historia de la ciudad y que daría impulso a su actividad comercial y productiva. Los primeros pobladores se instalaron en el barrio Cimadevilla donde se encuentra el cerro de Santa Catalina, y desde donde se aprecian las mejores vistas de la ciudad y el Mar Cantábrico. El cerro y el barrio forman el casco antiguo de Gijón.
El Ayuntamiento, ubicado en la Plaza Mayor, es un edificio que data del siglo XIX. Junto al Ayuntamiento, uno de los edificios más destacados de la ciudad es el Museo de Gijón Casa Natal de Jovellanos, un edificio del siglo XVI que alberga una colección importante de obras de arte, y que fue abierto en 1971.
En la parte moderna de la ciudad, en donde hay una oferta interesante de hoteles de Gijón, existe una buena cantidad de plazas y áreas verdes, como los Jardines del Náutico. Es recomendable el recorrido de los cafés antiguos del Paseo Begoña.
La playa de San Lorenzo es uno de los principales atractivos. Con una longitud de 1.500 metros, se caracteriza por su arena fina y sus aguas limpias. En la playa se suele practicar fútbol y el volley-playa. Cuenta con servicios de duchas y alquiler de casilleros y sillas para playa. En esta playa desemboca el río Piles, que delimita los parques Inglés e Isabel la Católica. Una buena oferta de restaurantes y cafés complementa la hermosa playa de San Lorenzo. No está demás la idea de hacer el paseo viajando lento.
Mención especial merece Somió, un barrio residencial en el que los jardines son lo relevante. Los geógrafos la han denominado como “ciudad-jardín”. El geógrafo Rodrigo Álvarez Brecht dice que todo Somió es “un jardín contínuo”. Se han contado 77 jardines privados entre los límites del lugar, unos son visibles al visitante ocasional, otros se mantienen privados.

jueves, 2 de junio de 2016

El primer hotel de la histo.ria

El primer hotel de la historia.

No existe registro de cuándo se construyó el primer hotel de la historia, pero fuentes bibliográficas coinciden en señalar al siglo XIX como el inicio de la industria hotelera. Antes del siglo XIX existían posadas para viajeros, y aunque algunas eran construidas pensando en viajeros ricos y tenían servicios adicionales como los hoteles modernos, no se ofrecían servicios profesionales como en la actualidad.
Se señala tal siglo porque el progreso y la invención de nuevos medios de transporte, como el tren, el barco de vapor y el automóvil hicieron despegar una actividad económica importante en los servicios de alojamiento, dando origen a los hoteles tal y como los conocemos hoy. Con la entrada al mercado de los aviones de pasajeros la industria tuvo un verdadero despegue.
Hoy en día con simples búsquedas en internet podemos encontrar hoteles baratos en las típicas páginas encuentra-hoteles. Hace dos siglos, la tarea era encontrar uno o al menos encontrar una posada decente. Ahora tenemos la facilidad de comparar precios y servicios, sobre todo en ciudades importantes. La industria sigue creciendo y adaptándose, y ahora no podemos pensar que un hotel, por pequeño que sea, no ofrezca una conexión básica de internet.
Si vamos un poco más atrás en el tiempo, en los siglos XVI y XVII, nos encontraremos con el inicio de los servicios de alojamiento como actividad comercial. Existían posadas que podían albergar hasta cien viajeros. Las habitaciones solían ser compartidas y se ofrecían servicios para los caballos. Con el ingreso de las diligencias como medio de transporte, en Inglaterra se crearon rutas que unían la capital con las ciudades importantes. En dichas rutas habían posadas.
En el siglo XVIII se construyeron baños terapéuticos en playas y puertos importantes. Inicialmente pensados como lugar de recreo, la llegada de viajeros adinerados hizo crecer la demanda de servicios de alojamiento. Probablemente en este siglo se construyeron los primeros edificios destinados exclusivamente al alojamiento de viajeros. Aunque el despegue de la actividad hotelera, por supuesto, no se dio sino hasta el siglo XIX.

miércoles, 1 de junio de 2016

Volver a Buenos Aires.

Volver a Buenos Aires.

Plaza Irlanda, Buenos Aires. Foto: Valeria Raggio
Volver adonde. San Pedro ya no existe. Buenos Aires nunca existió, Buenos Aires es una plaza en Flores, una plaza con robles y terebintos junto al gran colegio irlandés de tejados rojos. Y su pelo. Buenos Aires era el resplandor de su pelo tan raro por las noches, tan no sé. No parecía real visto contra la brillazón de los focos. Una calesita a lo lejos. Y, siete años después, la triste despedida, ella y yo junto al sobrerrelieve de Los Amantes, en la Plaza Irlanda, lindo lugar para la patética ceremonia. Despidiéndonos como dos enanos junto a la titánica pareja de mármol.