miércoles, 21 de mayo de 2014

Yo no creo en el amor patrio.

Yo no creo en el amor patrio.
Allí está metida la cola del "demonio", que es quien hace creer en esa ilusión, esa falsedad, ese humo mental llamado patria.
Al "demonio" le conviene fomentar esa ilusión, puesto que su labor es la de intentar dividir y destruir a la humanidad y al mundo de ser posible.
Dios creó al "demonio", o más bien a esa fuerza opuesta a la Intención Divina -que siempre conduce al Amor-, para que el hombre deba esforzarse y fortalecerse. En ese sentido se parece a la pesa con relación al músculo.
"No quiero servidores de mantequilla" (por eso, para fortalecerles y probarles pone la fuerza opuesta).
"No quiero servidores incapaces de pensar y sentir con claridad" (idem).
El "demonio" entonces va filtrando: los dormidos, para él, para la división y la guerra; el resto, para el Amor, para Dios.
Pero somos tan poquitos por ahora...
Por ahora.

Los hombres dormidos creen en esa ilusión llamada patria, esa creencia les anestesia la consciencia cuando sus soldados masacran a los hombres y niños de otras patrias, y ellos tan felices, exhibiendo sus orgullosas sonrisas de dóberman.
Basta ver el apoyo mayoritario del pueblo norteamericano a las matanzas ordenadas por Bush, casi un 80% de apoyo al homicidio.

Pero ese concepto irreal -patria- no existe realmente, es todo creación humana desde sus inicios, y allí siempre estuvo la ambición.
Mientras más dividido el mundo, más presidentes y ministros y ejércitos y cargos públicos...
¿No estaría allí la verdadera motivación de los grandes "próceres"?...
Si miramos las "gestas patrióticas" (divisoras) objetivamente, veremos que ese tipo de ambiciones estaban (y están) por debajito de las arengas libertarias.

Dios creó un mundo, los hombres lo delimitaron, lo rayaron y lo dividieron, y a cada parche ilusorio sobre la superficie del planeta, de esos que se ven en los mapas, le llamaron patria, luego pusieron soldados a vigilar esas fronteras, normalmente producto de la rapiña; después le inventaron un nombre, una banderita de colores, un himno o marcha de guerra y un escudo, y enseñaron a los niños a encender sus espíritus guerreros al son de esas marchas y a la vista de esos cuadraditos de colores.

Y el demonio feliz manteniendo a tanta gente bajo ese sueño más bien idiota, criminal en última instancia, porque lo que necesita la humanidad de este tiempo es la unión y no la división. La paz y no la guerra.

Y los escasos hombres y mujeres conscientes del mundo, tristes, porque es triste darse cuenta de que la tierra es una, y que es para todos los hombres y mujeres de la tierra, para beneficio y disfrute de todos, y ser testigos al mismo tiempo de matanzas feroces en el nombre de parchecitos contra parchecitos.
Pero como mentira es mentira, en el fondo eso de la patria y del amor patrio es todo mentira, basta ver ahora lo que sucede en Irak, que los mismos iraquíes se lanzaron a las calles a saquearlo todo, a destruir a su patria, a destruir la memoria de su país, museos, edificios públicos, bibliotecas, archivos, todo.
¿Ese es el famoso amor patrio?
¿Y qué pasó con el ejército iraquí, que salió huyendo, dejando uniformes tirados, para hacerse pasar por civiles?
Nada, es que mentira es mentira, y lo demás es hipocresía, sueño.
Los mismos saqueadores dicen ahora que Irak está "mancillado" por estar ocupado por países extranjeros, y que debe ser "gobernado" por manos iraquíes...
¿Querrán decir "rapiñado", como antes, pero por ellos ahora?
¿Por los mismos que no osaban detener al tirano que destruia a su país, y que ahora se muestran tan patriotas?...
No, no es que esté en favor de la ocupación, por supuesto, pero la hipocresía, la cobardía y la falsedad molestan.

Recuerdo un país latinoamericano con una de las más altas tasas de corrupción del mundo, y al mismo tiempo el patriotismo es allí también uno de los más elevados del mundo.
Te metían la banderita y la marcha nacional de guerra cuatrocientas veces al día en todas las radios y televisoras.
En Francia, un país muchísimo más avanzado y por lo tanto honesto, en un año y medio jamás pude escuchar la Marsellesa...
¿Cómo se entiende eso de ser tan patriota y meter las manos en las arcas fiscales, algo que destruye a la patria?
Es como hacer alarde público de amar mucho a la familia y robarle a la familia al mismo tiempo.
Es que el patriotismo es mentira, alarde, bravuconada, pose, sugestión, sueño en definitiva, y lo falso, la mentira, cae por su propio peso.
Si Dios no ha dividido al mundo en países, entonces los países son algo en cierta forma falso, y por lo tanto el patriotismo es también falso, no tiene raíz verdadera, no se sustenta en lo Eterno.
Si Dios, que es Amor, busca la unión de los hombres, y si los países son causa de división y guerra entre los hombres, entonces los países están más cerca del diablo que de Dios.
Un hombre o mujer consciente, es decir, cuya consciencia está iluminada por la Luz Universal, o sea el Amor, no puede ser patriota de ningún parchecito de creación humana, sino del gran hogar de la humanidad: el planeta Tierra, creación de Dios.

SÍ A LA PAZ

Enrique Barrios

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