viernes, 7 de noviembre de 2014

SÍ A LA PAZ.

SÍ A LA PAZ

Esto de la guerra me tenía confundido.
Rabia por un lado, que sigan todavía con esas locuras que hacen sufrir a la gente.
Por otro lado, nos toca hablar de la paz...
¿Pero con rabia escondida en el fondo del alma?
Y de pronto el boicoteo que proponen ciertos sectores me pareció "golpe por golpe"...
Y que ingresar en una dimensión de paz interior y mantenerla en mi vida, según el libro de la Magia, me haría ingresar a un planeta Tierra en paz.
Y hace diez minutos conversaba por teléfono con alguien, me dijo que tenía un cartel en su ventana: "¡NO A LA GUERRA!".
Y volví a sentir que eso era "golpe por golpe".
Y le dije que mejor sería: "Sí a la Paz", y me encontró razón.

Ahí comprendí que es mejor ir con un sí que con un no, porque el no en ciertos casos es una especie de rechazo, algo que hiere y provoca más rechazo.
Un no se parece a tratar de eliminar algo, a una negativa, a un suprimir, a un impedir, a una carencia, y en algunos casos se parece a un machetazo.
Un no a veces puede ser considerado como cierta forma de violencia, y consecuentemente, puede provocar rechazo y violencia.
Mientras que un sí es más parecido a intentar incluir algo, sin rechazar nada, al menos no directamente, y eso tiene mayores posibilidades de lograr su objetivo, en este caso la paz, que la otra alternativa.
"No a la guerra" habla de guerra, y lo que se menciona adquiere mayor presencia.
"Sí a la paz" habla de paz, y así la paz adquiere mayor presencia, mayor capacidad de tomar corporeidad, de hacerse real.
Ni mencionar la palabra guerra entonces, y sí la palabra paz.

Pero hablar de paz con rabia en el alma...
Es ahí en donde hay que hacer el famoso "trabajo interior" del que tanto se habla en medios esotérico-espirituales, psicológicos y de autoayuda.
Tenemos que trabajar en nosotros mismos para poner paz en nuestro corazón.
¿Pero cómo?
Primero, reconociendo humildemente que la rabia está en nosotros.
Segundo, reconociendo con claridad que no nos sirve.
No nos sirve porque nos nubla la cabeza y nos hace no ver bien.
Y no nos sirve porque la rabia o ira es una energía de baja frecuencia que lanzamos al mundo cuando estamos vibrando en esa baja frecuencia.
Cuando estamos con rabia estamos contaminando el mundo... ayudando a que la violencia crezca en el mundo.
Para qué hablar del daño a nuestro propio cuerpo. Veneno.
Rabia = veneno.
Más sano es comer carne y no odiar que no comer carne y odiar.

¿Debo entonces hacerme el tonto cuando veo que alguien está haciendo sufrir a alguien?
No.
Pero primero que nada necesito claridad mental, para saber cómo puedo ayudar a resolver esa situación lo mejor posible.
Por eso, primero, calma; ni ira ni odio ni rencor ni nada de eso, calma.
Segundo, tratar de ver qué se puede añadir (sí) a esa situación para que se solucione, en lugar de tratar de suprimir algo (no).
Lo mejor que se puede añadir a la situación actual del mundo es paz, primero paz, porque hablar de amor es riesgoso, mientras que la paz es algo más fácil de digerir.
"Paz en el mundo" cuela mucho mejor que "Amor en el mundo", parece algo más "sensato"...
En una universidad pueden entender muy bien paz en el mundo, pero si allí decimos amor en el mundo...
Bien, de acuerdo, pero ¿cómo entonces erradico de mí la rabia?
No, no se trata de erradicar la rabia, porque eso es un no.
Se trata de cómo integrar la paz en mí, porque eso es un sí.
Entonces no pensemos en erradicar la violencia, ni del mundo ni de nosotros, sino en integrar la paz, en nosotros y en el mundo.
Erradicar, desarraigar, es lo contrario de sembrar.
Todo en su comienzo es como una semilla.
Para integrar la paz, primero debe existir la semilla de la paz, esa sustancia o materia tan intangible.

Aquí te envío la semilla de la paz, siémbrala en tu corazón, hazla crecer, riégala, recuérdala, préstale atención.
Y crecerá en ti.
Y crecerá en el mundo.

Y además puedes hacer carteles alusivos a la paz, en nuestro sitio web hemos colocado uno, puedes copiar y poner en tu web, o hacer uno más bonito y enviarlo en tu correspondencia, y poner esa frase al final de tu correspondencia, y puedes hacer afiches, calcomanías o pegatinas, pps, campañas, programas de radio o TV, libros, revistas, canciones, telenovelas, películas o las iniciativas que se te ocurran.
Pero siempre con el corazón tranqui, en paz.

SÍ A LA PAZ

Enrique Barrios


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