Los
Nombres de America
Cristobal
Colón empezó errando la geografía y un nombre, y aún después de cinco siglos
seguimos enredados con el uso y el juego de los nombres.
En la época de Colón sólo se conocían tres continentes: Europa, Africa y
Asia. A los indígenas que el Gran Navegante halló en Cuba, los llamó
"indios", por creer hallarse en un país cercano a la India asiática,
o al Japón entonces llamado Cipango. Debido a ese error de Colón en Castilla se acuñó el nombre de Indias para las nuevas tierras descubiertas. Américo Vespucci fue el primero en "descubrir" que esas islas formaban parte de un continente, y lo bautizó con su segundo nombre: Nuevo Mundo, de uso actual esporádico.
Cuando se vino a saber el error del genovés, ya no era tiempo para rectificar o no hubo voluntad para hacerlo. Después se le añadió al nombre India el adjetivo occidental, pluralizándolos.
Desde principios del siglo XVI hasta Fernando VII, que murió en 1833, se utilizó ese nombre compuesto. Fernando VII se titulaba "Rey de las Indias Occidentales" aunque ya desde 1825 había perdido su imperio, excepto Cuba y Puerto Rico.
Para los ingleses "West Indias" se refería exclusivamente a sus posesiones en el Caribe. En 1507, el alemán Martin Wadseemüller, en su Cosmographie Introductio" fue el primero en referirse al "Novo Mondo" de Vespucci como "Amerige", que con el paso del tiempo degeneró en "América".
Ya pasada la mitad del siglo XIX apareció "América Latina", confeccionado por los franceses y atribuido a Napoleón III, alegando que París era la capital del mundo latino, y, por lo tanto, los países de lengua española y portuguesa formaban parte de él, culturalmente.
Ese nombre tuvo gran acogida en Estados Unidos. Por fin los angloamericanos podían diferenciarse de sus vecinos al sur de Río Grande, y le inyectaron al nombre la carga de sus prejuicios culturales, raciales y religiosos más o menos abiertamente en su forma despreciativa de pensar respecto a los "latinos".
La contrapartida vino de España con "Hispanoamérica". Ramiro de Maeztu creó la palabra "Hispanidad", que tanto agradaba a Franco y a la Falange por evocarles la idea de imperio.
Para incluir a Brasil y a los portugueses surgió "Iberoamérica".
El peruano Victor Raúl Haya de la Torre, por los años veinte del siglo pasado, salió con "Indoamérica", alegando que el verdadero americano era el indio. De Brasil se dice que vino "Afroamérica" porque fueron los negros y no los indios ni los blancos quienes construyeron la base económica de toda América. El imaginativo Fidel Castro creó, se dice, "Africanía".
Jefferson y Adams al redactar la Declaración de Independencia pasaron por alto el darle un nombre propio que distinguiera a la nueva nación de otras del hemisferio. Estados Unidos es un nombre genérico como monarquía, república, Federación, etc. El llamarlo Estados Unidos de América o de América del Norte es incongruente puesto que América es el nombre universalmente aceptado del continente, y todos los países que existen en él, ninguno está unido a Estados Unidos, obviamente; el norte lo componen geográficamente México, la Unión y Canadá.
Y cuando se dice Norteamérica para referirse a Estados Unidos, olvidamos, tal vez por ignorancia o ligereza expresiva, que cometemos un error geográfico de grandes dimisiones. El hecho de decir algunos Estados Unidos, los Estados Unidos, Estados Unidos de América, la Unión Americana, Norteamérica evidencia la confusión que existe incluso entre los nativos del país.
Por otro lado, los Estados Unidos o Estados Unidos se refiere sólo a un país o nación, por lo que es inapropiado decir "son" esto o lo otro; se debe decir, por consiguiente, "es" lo que se quiera decir del mismo. Para la Real Academia Española el nombre correcto es Estados Unidos de América del Norte abreviándolo EE.UU. Hubo un intento de llamar al país "Columbia" en honor a Colón, pero ya ese nombre lo había utilizado el general Francisco de Miranda, precursor de la independencia de Venezuela, en 1806. Bolívar llamó Gran Colombia a los actuales países liberados por él. "Columbia" quedó finalmente como "Distrit of Columbia", sede el gobierno estadounidense.
Otro propuso "Fridonia", de free, libre forma helenizada de llamar a la patria de Washington; pero un sureño publicó en un periódico que "donia" significaba en español "doña", mujer, luego la nación vendría a llamarse el país "de las mujeres libres". Y la propuesta fue arrojada con indignación al cesto de los papeles.
Luis Gomez y Amador.
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