miércoles, 17 de septiembre de 2014

Mentir con pies de barro....

Mentir con pies de barro

Yo no soy un hombre,
soy dinamita.
Ecce Homo - Friedrich Nietzsche



La credibilidad de las cosas no tiene nada que ver con su veracidad. Toda mentira debe obedecer a ciertas formas para que pueda ser creíble, pero nunca podrá pretender ser verdad. La credibilidad de una mentira dependerá entonces de su coherencia con la realidad y las posibilidades lógico-racionales que se desprenden de cierto estado verdadero. Es decir, toda mentira debe ser desprendida de una verdad posible. Por ello, el mentiroso debe tener cierta inteligencia para disfrazar de veraz posible la mentira que propone como hecho verdadero. El mentiroso debe tener la capacidad de engaño, cualidad que resulta inexistente en el gobierno venezolano.

Quizás es allí donde más ha fallado el héroe ridículo y su gobierno: el arte de mentir. Sus mentiras son tan inverosímiles que nadie puede comerse eso sin atragantarse y vomitar indignación. Ellos han pretendido doblar las fronteras de lo posible para proponer una realidad artificial construida por mentiras que no se relacionan entre sí, ni fungen como piezas orgánicas de un todo. Se les derrite la máscara en las manos y los idiotas caen con la pala aun en la mano al abismo que ellos mismos han cavado.

No han podido manejar el tiempo, porque ya se ha abollado la cuarta república hasta su hundimiento para con ella ahogarse los culpables ya gastados y rehusados; y ahora viene el cadivismo y la corrupción de todavía-no-queda-claro-quién y la necesidad de una habilitante para-no-queda-claro-qué y cuidado con el boogeyman o el Butzemann si es que les gusta más en alemán, porque cuidadito con el inglés y el imperio que se nos viene encima con palo cochinero y Fidel que nos defienda.

Que no se nos olvide el socialismo, la mentira que engloba a todas las demás. Para ello debo darle paso al escritor de Ecce Homo: "La última cosa que yo prometería sería la de mejorar la humanidad. Yo no levanto ídolos nuevos; dejen a los ídolos viejos aprender lo que significa tener piernas de barro. [...] La realidad ha sido privada de su valor (¡!), su significado, su veracidad ha sido comparada con la de un mundo ideal que ha sido fabricado ... el mundo real y el mundo aparente [...] La mentira del ideal hasta ahora sido la maldición sobre la realidad, a través de ella, la humanidad misma se ha vuelto mendaz y falsa hasta lo más profundo de sus instintos –al punto de adorar los valores inversos a los que realmente garantizarían la prosperidad, el futuro, el exaltado derecho al futuro".

Así Nietzsche los pone en evidencia, porque con su ídolo falso del socialismo han querido desafiar la realidad y han querido quitarle su valor intrínseco como estándar del individuo para garantizar su prosperidad. Han querido mentir y fabricar un mundo aparente. No obstante, ya la realidad se les ha vuelto infranqueable. Pronto entenderán los que es tener pies de barro.

ANDRÉS VOLPE |


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