martes, 9 de septiembre de 2014

Soledad.

Soledad.
De nuevo escapa un eco de ese lugar hecho de ausencias, cuyas vigas
sostienen los esqueletos de sueños muertos por ser demasiado
frágiles, no se ni para que escribo si todos terminan huyendo, si
nadie acepta mi multiplicidad, esta condición mía de estar habitado
por tantos seres distintos...
ese que quiere follar con cuanta mujer se le cruza en el camino...
ese que es un romántico empedernido y lo que desea es romance no
sexo...
ese que ya ha decidido que es mejor estar solo pues el amor no
existe...
ese que cree que el amor puede ser como un cuento de hadas...
ese, ese, ese...
¿Cuál de todos soy?
No tengo ni idea, sólo se que soy el campo de batalla donde todos
ellos defienden sus luchas y sus ideales, que mi cuerpo siempre es el
mismo pero no es el mismo quien lo habita, quien lo domina, que no
miento pero mis verdades son solo verdades para el que domina en ese
momento pero para los otros seres casi nunca.
De todos modos uno de ellos, no se cual, ha logrado enviar este
mensaje, desea que llegue alguien, alguien a quien amar, alguien a
quien follar, alguien que le deje estar sólo, alguien que acompañe,
alguien capaz de establecer una tregua entre todos esos seres
atrapados en un solo cuerpo, alguien que por supuesto ¡NO EXISTE¡

Walter Alonso.


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