Málaga: historia, playas y confort.
Por José Joaquín
Foto: Paolo Trabattoni
Málaga fue fundada en el siglo VIII y es una de las ciudades más antiguas de Europa. Sus playas y los servicios que ofrece una gran ciudad son una buena combinación que ofrece comodidad para el turista exigente. Un clima templado la mayor parte del año la hace un destino muy visitado en cualquier época.
Entre sus monumentos históricos se destaca el Teatro Romano, construido en el siglo I después de Cristo. Fue descubierto en 1951, cuando se construía el edificio de la Casa de la Cultura. Años después, en 1995, se demolió el edificio para completar las excavaciones del teatro. Aunque se hicieron representaciones de teatro entre 1958 y 1984, no fue sino hasta el 2011 tras años de restauración que volvió a usarse como espacio escénico. A la par del teatro se construyó un centro de interpretación en el que mediante nuevas tecnologías se pueden conocer las costumbres de la época.
Otro edificio histórico muy visita es la Alcazaba, un palacio fortaleza construido en el siglo X, en la época musulmana. Se ubica a los pies del monte Gibralfaro, en donde también se encuentra el Castillo Gibralfaro. El castillo cuenta también con un centro de interpretación que permite conocer más de su historia e importancia.
Entre los lugares para visitar en una caminata duirna está la plaza de la Constitución, que ha sido el centro de la vida malagueña desde los tiempos de la reconquista. La Calle de San Agustín, que adquirió su nombre en el siglo XVI al establecerse ahí un convento de agustinos, es la calle que mejor ha conservado su estructura tradicional. Acá se encuentra el Museo Picasso. Otra calle importante es la Cortina del Muelle que era el lugar donde el puerto tenía su límite. En esta calle nos encontramos con el Palacio de la Aduana, en donde se encuentra el Museo de Málaga.
Las playas de Málaga abarcan 14 kilómetros, separadas convenientemente del tráfico citadino por paseos marítimos. Las playas más urbanas y concurridas son La Malagueta, Pedregalejo y San Andrés. Más alejada está Guadalmar, que incluso cuenta con espacio nudista. Merece la pena echarle un ojo también a playas encantadoras como los Baños del Carmen y el Peñón del Cuervo. Cerca de las playas, por supuesto, hay una importante oferta de servicios, que le dan a Málaga una combinación exquisita, cómoda y conveniente.