AMADA MIA.
De manos tersas,
calientes, subyugantes.
Mirada sutil, encantadora
abrazando el alma, porque la piel palpita.
Todas tus caricias llenan
cada minuto, en sus segundos
con ausencia y a mis oídos vienen
los conciertos del suspiro en sus espasmos
y me vas llenando lo insondable de la vida
excitando este amor, y enloquezco por besarte
estrecharte entre mi audacia
llenar de fuego, cada rincón de tu organismo
y seducirte toda
rozarte con la ternura de los labios
para que delires con locura, arrebato, desvarió.
Te amo!, que mas puedo decirte amada mía
con este latir fértil
que declama tu ser todas las noches,
esperando seas mía, reiteradamente
para raptarte, excitarte, tomarte, aprisionarte, hechizarte
en la atracción ilusionada y,
así revestirte de amor
y untarte de mi pasión viril, pero al desnudo.
Viviendo eternamente entre tu entraña
este frenesí de la osadía.
encima, o por debajo de esa piel
hasta sucumbir de amor
y volver a revivir contigo.-
Enrique Caballero Arias
(Venezuela)
De manos tersas,
calientes, subyugantes.
Mirada sutil, encantadora
abrazando el alma, porque la piel palpita.
Todas tus caricias llenan
cada minuto, en sus segundos
con ausencia y a mis oídos vienen
los conciertos del suspiro en sus espasmos
y me vas llenando lo insondable de la vida
excitando este amor, y enloquezco por besarte
estrecharte entre mi audacia
llenar de fuego, cada rincón de tu organismo
y seducirte toda
rozarte con la ternura de los labios
para que delires con locura, arrebato, desvarió.
Te amo!, que mas puedo decirte amada mía
con este latir fértil
que declama tu ser todas las noches,
esperando seas mía, reiteradamente
para raptarte, excitarte, tomarte, aprisionarte, hechizarte
en la atracción ilusionada y,
así revestirte de amor
y untarte de mi pasión viril, pero al desnudo.
Viviendo eternamente entre tu entraña
este frenesí de la osadía.
encima, o por debajo de esa piel
hasta sucumbir de amor
y volver a revivir contigo.-
Enrique Caballero Arias
(Venezuela)
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