TENDIDA
Tendida, con los muslos como alas abiertas,
dispuestas al vuelo... me incitas,
me invitas a viajar por lácteas vías
y negros agujeros levemente desvelados
por tu mano que juega,
por pudores y sudores enjugando,
entre pétalos de carne, el estigma
de tu flor mas desnuda,
mojándolo todo...
volando por universos de licor.
Húmedas llamas,
los labios que con tus dedos
delicadamente delatas, dilatas para mi,
mostrándome, obscena, la cueva del milagro
por donde mana el liquido rayo de la vida,
incandescente fuente, lechosa lava,
salpicaduras de agua profunda que inunda
mojándolo todo...
volando por universos de licor.
Mi boca,
besando tus labios incendiados
se dispone a beber en tu cáliz de polen y licor
y, entre zumos y zumbidos de olas y alas,
libidinosamente libar el néctar
de la flor de tus mareas...
lamiendo la miel salada que te fluye
y quema mi lengua que vibra,
lasciva, entre savia y saliva
mojándolo todo...
volando por universos de licor.
Mis alas
de cera batiendo combatiendo tu fuego
en oleadas de ardientes espumas y plumas
e icaro volando tan alto, tan alto...
que a punto de entrar en el jardín del Edén
fundido su vuelo por tu derramado sol,
cae, como el ángel exterminado,
al mar de los naufragios,
mojándolo todo...
volando por universos de mar.
Carlos Cortes Cruz
Tendida, con los muslos como alas abiertas,
dispuestas al vuelo... me incitas,
me invitas a viajar por lácteas vías
y negros agujeros levemente desvelados
por tu mano que juega,
por pudores y sudores enjugando,
entre pétalos de carne, el estigma
de tu flor mas desnuda,
mojándolo todo...
volando por universos de licor.
Húmedas llamas,
los labios que con tus dedos
delicadamente delatas, dilatas para mi,
mostrándome, obscena, la cueva del milagro
por donde mana el liquido rayo de la vida,
incandescente fuente, lechosa lava,
salpicaduras de agua profunda que inunda
mojándolo todo...
volando por universos de licor.
Mi boca,
besando tus labios incendiados
se dispone a beber en tu cáliz de polen y licor
y, entre zumos y zumbidos de olas y alas,
libidinosamente libar el néctar
de la flor de tus mareas...
lamiendo la miel salada que te fluye
y quema mi lengua que vibra,
lasciva, entre savia y saliva
mojándolo todo...
volando por universos de licor.
Mis alas
de cera batiendo combatiendo tu fuego
en oleadas de ardientes espumas y plumas
e icaro volando tan alto, tan alto...
que a punto de entrar en el jardín del Edén
fundido su vuelo por tu derramado sol,
cae, como el ángel exterminado,
al mar de los naufragios,
mojándolo todo...
volando por universos de mar.
Carlos Cortes Cruz
México.
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